¿Quién nos hace felices o que nos hace felices? Está sería la primera pregunta que nos tendríamos que cuestionar sinceramente, para poder entender y comprender que es la felicidad.
La mayoría de las personas, creemos que la felicidad llega con otra persona que nos quiere o nos ama, que envuelve todo ello con muchas cosas más, nace la pasión, el deseo, la ternura y otras cosas más, que actúan sobre uno de una forma voluminosa de esplendor, que nos sentimos flotando de felicidad en la vida y que hacer de nosotros, en estos momentos, que actuamos con auto estima, con optimismo, con ilusión y sobre todo con fe, ya que superamos nuestras angustias, nuestros miedos, nuestras preocupaciones y sobretodo nos superamos a nosotros mismos, aprovechamos el momento para trabajar la comprensión, con perdón, con flexibilidad, con comprensión, con nobleza y sobre todo con humildad entre otras muchas cosa más que en los tres apartados que he ido mencionando, pero que he escogido simplemente esta pequeña base, que a la ver es muy amplia para que tengamos ya un pequeño esquema para evolucionar.
Analizando a simple vista todo lo expuesto anteriormente, cuando nos enamoramos de otra persona, obtenemos la fuerza de la ilusión para generar rápidamente unos cambios en nuestras actitudes y comportamiento, superando también rápidamente muchos de nuestros conflictos.
Realmente estos cambios que solemos realizar con tanta rapidez, están bien hechos, va a ser larga nuestra felicidad, cosa de dos en este planteamiento, si bien vuelve a aparecer por las circunstancias que sea, algo he anteriormente habíamos mantenido, esto empezara de nuevo a desestabilizar.
El momento y la ilusión que se genera entre ambas personas, suele ser fuerte al principio y se lleva muy bien, pero el tiempo hace volver a nuestras realidades y realmente nuestra actitud, nuestra superación y nuestro trabajo no están bien realizados, poco nos va a durar la felicidad.
Es muy importante que volvamos a recodar, unas frases que han de ser muy importantes para todos nosotros y que son:
Recibimos lo que damos y obtenemos lo que somos.
Lo que das recibes y lo que eres se obtiene.
Ambas frases tienen el mismo significado y la misma importancia para ir asimilando nuestra realidad emocional, para ir comprendiendo realmente la base de la vida y para ir verdaderamente aceptándolas.
Con todo esto, pódenos notar que en muchas ocasiones cuando nos aparece una persona y nosotros tenemos un desequilibrio emocional, esta persona también puede tenerlo y aún naciendo entre ambos el amor y con la ilusión y la fuerza que nos da todo esto, creemos que hemos superado aquello que teníamos y con el tiempo nos damos cuenta que no lo habíamos superado, más bien lo habíamos congelado en nuestro interior.
Esta posible realidad, nos hace pensar y ver las cosas desde otro punto de vista, pues pensar en ello, nos da pie a decirnos que hemos estado enamorados manteniendo algún desequilibrio emocional y me pregunto yo, es posible, es factible, es preocupante dicha situación. Podemos estar plenamente enamorados y entregarnos por entero a este amor, manteniendo algún desequilibrio emocional.
Sinceramente, yo creo que no, que nuestra realidad es única y que en algunas ocasiones podemos necesitar engañarnos para ser más tolerantes con nosotros, si bien la realidad existe y es la nuestra.
Donde esta y como podemos obtener la felicidad, para mejorar nosotros en la vida y ser personas más equilibradas. Si bien hay dos trabajos de fondo para mi, estos envuelven una serie de circunstancias mucho más amplias de las que yo puedo comentar, pero la idea por mi parte es la de transmitir una base y que todos nosotros empecemos a conocerlas y a tomar conciencia de ello, para empezar con el trabajo que ello supone.
Los dos trabajos que tendríamos que empezar a conocer, son el equilibrio emocional, del que se habla en toda este trabajo y la felicidad, que hablaremos más profundamente a partir de ahora.
La verdadera felicidad parte de uno mismo.
Como comentaba anteriormente, es un trabajo a ir realizado, para encontrarnos bien con nosotros mismos y empezar a ser felices.
Si que podemos ser felices y tener algún desequilibrio emocional, pero si vamos analizando lo que significa ser felices, comprenderemos que nos va a resultar muy fácil superar los desequilibrios emocionales que tengamos y vamos a comprender la vida desde otro punto de vista, mejor.
Para encontrar nuestra felicidad, tenemos que actuar, superarnos y trabajar.
Tenemos que actuar con auto estima, con amor hacia nosotros, con ternura, con delicadeza, con dulzura y con muchas cosas más, pero hacia nosotros, controlando nuestra alimentación, nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestros quehaceres y otras cosas más que tengan que ver con nosotros.
Tenemos que actuar con optimismo, ser positivos siempre viendo y viviendo las cosas de cada día y aprendiendo de todo lo que nos va sucediendo y ocurriendo cada momento de la vida, con una esencia fuertemente positiva.
Tenemos que actuar con ilusión, cada día hemos de conservar y mantener nuestras ilusiones, más incluso hacerlas crecer y ampliarlas, para que las horas sean más deliciosas en su marcha, ya que estamos llenos de ilusiones, que llegaran pronto.
Por último, tenemos que actuar con fe, ya que importante creer en algo, confiar en algo o a simple vista pensar en algo, pues entre otras muchas cosas, tenemos que volver a recordar que la fe mueve montañas. La Fe en Dios, es parte también de toda nuestra actuación, si bien tenemos que entender una cosa, es que todas las religiones de buena fe, tienen el mismo final, ese Ser Supremo.
Tenemos que superarnos con las angustias, comprender esos momentos amargos y no dejar que nos afecten ni nos desequilibren, estando con nosotros con la mayor serenidad posible. Ya que en muchas ocasiones nos suelen acosar las angustias, si que tendríamos que proceder a su identificación y tomar conciencia de por que nos provocan esa alteración en nuestro interior, para poder apartarlas de nosotros con conciencia, y no permitir dicha alteración.
Tenemos que superarnos con los miedos, ya que por ellos, van a entrar otras cosas más y lo más importante sobre ellos, aparte que también van a perturbar en nuestro interior, también que nos va a desestabilizar como personas y poco nos vamos a valorar con los miedos, perdiendo mucha confianza en nosotros mismos.
Tenemos que superarnos con las preocupaciones, ya que estas tienen un amplio repertorio por el que solemos permanecer, acostumbramos a ser muy críticos con los demás, acostumbramos a juzgar a los demás y solemos vivir la vida muy pendientes de los demás, entre otras muchas cosas más, si bien hemos de aprender a respetar y aceptar a todo el mundo.
Por último, tenemos que superarnos con nosotros mismos, nuestros valores, nuestra confianza, nuestro ser, ya que va a formar parte de nosotros a lo largo de toda esta vida y es importante acertarse tal como somos y agradecerse de ser como se es, para ganar confianza en uno mismo y crecer interiormente toda la vida.
Tenemos que trabajar el perdón, hacia los demás, ya que perdonar es más importante de lo que nos parece y también hemos de comprender que perdonando, nos perdonamos a nosotros mismos.
Tenemos que trabajar la flexibilidad, hacia los demás, ser más tolerantes y saber aceptar y comprender a cada persona con su individualidad, aprendiendo a respetar a cada uno por lo que es.
Tenemos que trabajar la comprensión, hacia los demás, para lo que hemos de general un cambio interior importante y comprenderlos con nuestros sentimientos, para verlos de otra forma muy distinta y más profunda.
Tenemos que trabajar la nobleza, hacia los demás y hacia nosotros, ya que es una de la virtudes que podemos lograr y que nos situaran en la vida, en un apartado sincero con nosotros mismos.
Por último, tenemos que trabajar la humildad, hacia los demás y hacia nosotros, si bien este esta virtud es la única que ara crecer nuestro amor, el egoísmo, lo contrario de la humildad, lo destruye.