Existe una fuerza mística, y la notareis conforme os acerqueis a Santiago, que os empuja, que os hace hacer más kilometros sin sentir ningún tipo de agotamiento, en pocas palabras que hacelerais el ritmo de vuestra marcha sin daros cuenta.
Legar a Santiago con una fuerza y una alegria fuera de lo normal, no ves a ningún Pelegrino agotado o cansado, todo lo contraria, sanos y con alegria, casi siempre alrrededor de la Catedral.
La Catedral, lugar obligatorio para el Pelegrino, su Misa diaria del Pelegrino, y toas aquellas cosas que hemos de hacer y ver en su interior.
Registraremos nuestro carnet de Pelegrino y se nos dará la Compostelana.
Podemos intentar comer gratis en el Hostal de los Reyes Catolicos, como Pelegrino, para lo que pediremos información al portero sobre ello.
Conoceremos Santiago y encontraremos otros Pelegrinos, conocidos y por conocer.
Es una experiencia única y maravillosa, que os recomiendo la vivais, y de la que guardareis un maravilloso recuendo.