La primera vez que realice el Camino de Santiago, lo habia preparado con solo 15 días y recuerdo que la «Ilusión» que mi cuerpo y mente tenian, era muy fuerte, pues en ningún momento dudaba de poder realizar el tramo de 350 Km. que me habia propuesto hacer, siendo una persona no acostumbrada a caminar y descocociendo muchisimas cosas.
Algo interiormente me daba fuerzas y sobretodo me hacia tener muchas ilusiones en poder realizarlo bien y sin problemas.
Prepare mi mochila con todo, sin reparar en nada más, simplemente como una persona con mucha prevención, que ha de realizar algo que desconoce y que no desea que le falte de nada y que no tenga ningún tipo de obtaculo en el Camino.
Gestione mi carnet de Pelegrino por teléfono, en el Obispado de Leon, para poder pasarlo a recojer en el momento de mi partida, pues habia decidido empezar alli mi Pelegrinaje hacia Santiago. Dar las gracias al mismo, pues me lo enviaron a casa y me hicieron ahorrar una horas en mi Camino.
Parti desde Barcelona en tren a León, llegando por la mañana y emprendiendo el camino desde la estación hacia Santiago.
Rapidamente comprendi algo muy importante, la cantidad de cosas materiales que arrastramos en la vida y que no nos hace falta. Como pesaba la mochila y cuantas cosas tenia que creia que las necesitaria y que luego fuerón un calvario material en el camino de cada día.
Quisiera ayudar a la gente que pueda leer este mensaje, a ayudarles un poco en todo esto y que habiendo realizado tres veces el Camino de Santiago, una desde Leon, otra desde Ponferrada y otra desde Rocesvalles, he adquirido una esperiencia practica para aconsejar a otras personas.